¿Qué es la terapia de pareja sustituta – TPS?
La TPS es una técnica profesional altamente probada en su eficacia y eficiencia para disolver algunos de los obstáculos que se presentan en el ser humano respecto de su sexualidad. Es una terapia de tareas específicas. Cuenta con una estructura de proceso y una ética clara que establece tanto el protocolo global como los límites de cada etapa del tratamiento. Se basa en la intimidad y en lo temporal, pero la transformación es permanente porque modifica y consolida los canales neuronales que componen y estructuran las decisiones de conducta del Cliente.
Comenzará con establecer una evaluación sobre los patrones, habilidades y dificultades físicas, objetivos personales o motivos de consulta, estructuras de carácter y emocionales, procesos de desarrollos de aprendizaje entre otros, del Cliente. La relación entre el Terapeuta y el SS es esencial para el diagnóstico y el establecimiento del protocolo inicial y de sus ajustes posteriores.
Se compone de tres partes: el Terapeuta, el Socio Sustituto y el Cliente, la intercomunicación y retroalimentación de la información que se va generando en cada sesión entre los tres, es indispensable para la contención y desarrollo del proceso de cuidado del bienestar del cliente. La primera sesión de conversación será tripartita y se establecerán las reuniones periódicas, los
objetivos, los límites y la finalización de la relación.
Habitualmente estos inconvenientes se comienzan a detectar en el área del contacto con el propio cuerpo de la persona, a saber:
- Nivel de consciencia corporal de la sensibilidad por zonas del propio cuerpo
- Manejo y disposición personal para distinguir la energía corporal en sus distintos rangos: sensibilidad, sensualidad, erotismo y sexualidad individual. Bajo el entendido que nadie puede compartir lo que no tiene, o lo que desconoce que tiene.
- Auto-conocimiento de los obstáculos que surgen en la comunicación de sus creencias acerca de la sexualidad en general, sus resistencias, sus limitaciones, sus zonas sensibles e insensibles y la posibilidad de asumirlas y compartirlas.
- Posibilidad física y emocional de la persona de respetar límites claros y explícitos dentro del tratamiento según se vayan requiriendo.
- Desarrollar la consciencia de que es un tratamiento con objetivos claros y que tiene un comienzo y un final. El cierre del proceso es tan valioso como todo el tratamiento. El objetivo global más amplio será siempre que el cliente experimente que disolvió los obstáculos que lo limitaban en la expresión de su erotismo y el autoconocimiento de los orígenes del mismo, para una reconexión amorosamente amable con su sí mismo como prioridad, potencializando la posibilidad de compartirse con otro ser humano, si así lo deseara.
- En los objetivos se declarará la intensión de desarrollar la relajación, el
- enfoque sensorial y el placer, la introspección y la comunicación interpersonal, la confianza, los riesgos y la disolución de conflictos, así como la intimidad, mutualidad y autenticidad.
- Siempre será explícita tanto el sistema de valores como la epistemología
- desde donde operan el Terapeuta y el SS. La relación de la trilogía en su ética y afectividad se centran en observar, educar, proponer modelos a seguir en cuanto al desarrollo de habilidades de comunicación interpersonal.